Eran las 7:45 y ya estaba al pié del cañón Pedro, como
siempre el primero. Van llegando los
excursionistas, al estar prevista la salida a las 8:00.
Antes de que apareciera el autobús de Isaac, ya estábamos
todos listos. Incluso pudimos ver a
Chris preparado como para un temporal invernal, como nunca se le ha visto en el
pueblo: llevaba una chaquetita de vaquero ...
No, no salimos a las 8:00.
Algún optimista vino con calzado de dominguero, si, pero claramente
inapropiado para el terreno a conquistar: unas zapatillas blancas inmaculadas
no resistirían el barro, rocas y piedras del camino hacia la cima del monte La
Rhune, y serían una seria amenaza en la bajada .... Natxo tuvo que volver a
casa a por unas botas. Se retrasó más de
lo debido ya que se encontró con que la puerta estaba candada. La culpa era, según Natxo, de Marise, la
“precavida”!!
Aprovechó Josetxu el despiste para completar su
equipamiento. Ana había previsto de
todo: gorro, gafas de sol, chubasquero, botas, etc... pero el bastón no estaba
en la lista inicial y Josetxo fue como un relámpago a por la makila.
En realidad hubo un rezagado. Aprovechando que Natxo estaba de excursión
por Umbe, apareció Pitu, que, en el último momento, hizo caso a su despertador
y cumplió con su compromiso. ¡Valiente!
Bueno, 8:30, salimos. Curvas y curvas, llevados por el “jefe” y entramos en la autopista. Nada, un recorrido rápido y sin incidentes que nos planta en la plaza de Azkaine a las 10:30, con media hora de retraso con respecto a la programación.
Desde la autopista no se veía la cima de La Rhune. Malo...
En el viaje se contactó con los de EGI que salieron de Bilbao, pasaron por Donosti, para actualizar la hora de la cita. Aprovecharon la media hora de retraso para tomar un café y calentarse.
Se dice que algo más que café tomaron ya que, una vez dado
el pistoletazo de salida, y haberles dado las indicaciones pertinentes de “por
donde ir”, salieron escopetados, sin dar opción a los “post EGI” a mantener el
ritmo de ascenso.
El grupo de montañeros de Laukiz lo conformaron Josetxu,
Natxo, Kepa, Argiñe, Ander y su formidable sherpa Euken. Ander fue la envidia de sus compañeros de
cordada ya que el trabajo realizado por el sherpa Euken fue impresionante. Este, junto con el korrikolari Kepa, subieron
con tal facilidad que hubo que frenarles con excusas como: “menuda vista eh?”,
“se ven las Landas”, “dame agua”, “que tal un poco de chocolate?”, etc ....
El resto del autobús prosiguió hacia el Col de Saint Ignace
para coger el tren cremallera hacia la cima, liderados por Pedro. Si no hubiera tenido esta responsabilidad,
hubiera formado parte de la cordada, sin duda alguna. Pero a veces uno se tiene que sacrificar.
La subida en tren estuvo bien, sin las colas eternas
habituales en esta temporada. No es el
TAV, pero para lo que se requiere, un viaje placentero y divertido. Vistas impresionantes y “un poquito de frío”
según Chris. Traducción: hacía un frío
del carajo!!
Nada más llegar el organizador Pedro reserva una mesa en una
Venta escondida detrás de un camión ... El olfato de Pedro ha vuelto a ser
providencial ya que tuvimos todo el personal pendiente de nosotros, sin
interferencias de otros clientes, ni de los forales que estaban tomando fotos y
notas para completar la denuncia del tabernero, molesto por el parking
extendido del vecino-competidor “juanito”.
A las 12:55 llega el último de los alpinistas (Ander, cómo
no) y nos llaman para concentrarnos en el helipuerto de la cima, con un montón
de ikurriñas, junto con los de EGI, los de gipuzkoa e iparralde ...
Discursos: bajo una nube gris, viento helador, aguantamos los dos “discursitos”, del presidente de la junta de Donibane (y ex alcalde de Sara) y de la presidenta del IBB. Himno, aurresku y a correr! Que no se podía estar. Bueno, Chris estaba bien y Josetxu en mangas de camisa .... ¡Increíble!
Hubo saludos protocolarios entre nuestro Alkalde, la presidenta del IBB y el presidente de Donibane y ex alcalde de Sara.
Los de iparralde, comiendo por allí, los de EGI, algunos
dentro y otros fuera. Estos de EGI son
un poco raros. Hubo quien, para cumplir
con la consigna de “traer de casa pa comer”, trajo una bolsita de “sushi”. Es un contraste muy raro eso de la ikurriña,
la Rhune, y la comida japonesa... ¿Es este nuestro futuro?
Los de Laukiz nos juntamos entorno a la mesa reservada por
Pedro. Buena elección. Comimos de todo. Hasta pimientos de Laukiz. Por cierto, lo mejor de todo! Algunos comieron un plato de huevos, jamón y
patatas, con precio de promoción: 10 eurakos!
Cafés y copas. Bueno,
los que tenían que enfrentarse a la bajada a pié, tuvieron que
controlarse. Algunos pero ...
Todo el grupo se dio cita en Azkaine, para tomar una caña
antes de iniciar el viaje de vuelta.
Hubo oportunidad de hacer unas compritas en una feria local y de tomar
un poco el sol, que finalmente nos acompañó.
Un grupo tomó la última cañita a la sombra de la parra del
bar “les Chasseurs”, mucho mejor atendida que la terraza del frontón. Hubo algún roce con el personal de dicha
terraza, pero eso será cuestión de otro relato...
A las 20:30, llegada a Laukiz, y tiempo para un par de cañas
en el batzoki.
Despedida y cierre de la jornada.